Historia del Tren del fin del mundo

El Tren del Fin del Mundo es sin duda una reliquia de principios de siglo lleno de historia que regresa en la actualidad en forma de atracción turística para disfrutar de un paisaje único y maravilloso. Una excursión cada vez más solicitada por los que llegan a Tierra del Fuego.

Las reseñas de esta historia comienzan a principios de siglo cuando se comienza a edificar la cárcel del fin del mundo, un lugar alejado y hostil en el que convivían los presos más peligrosos.

Los reclusos utilizarían el tren como medio de carga de materiales que recolectaban en el Monte Susana, para continuar con la construcción de la cárcel. Una tarea de trabajo forzado que era parte de la diaria en aquel presidio del fin del mundo.

Más tarde y hacia mitad de siglo, dejó de funcionar como consecuencia del cierre de la cárcel bajo el gobierno de los años cuarenta y por un tema humanitario.

En la década del noventa el tren vuelve a recorrer sus vías, con una idea muy diferente a la anterior. Ya no sería un tren de carga, de aserraderos, de transporte de materiales atravesado por ese halo gris que describe su pasado cargado de presidiarios. Sino que comenzó a deleitar a gran cantidad de pasajeros con un hermoso recorrido basado en el turismo.

Se comienza en la «Estación del Fin del Mundo», un lugar muy lindo con varios negocios que invita a pasear mientras se espera el trencito, pasando por la estación «la Macarena» dónde se puede observar la cascada, el cementerio de los árboles y el impactante bosque de Lengas, para terminar el recorrido viendo el último tramo del hermoso parque nacional de tierra del fuego.

El Tren del Fin del mundo ahora

Hoy en día la travesía es un recorrido de 7 km dónde grandes y chicos pueden disfrutar de una parte que de no ser por el tren, sería inaccesible. El recorrido es acompañado, y de forma paralela, por las aguas del río «Pipo» originalmente llamado Ajej,que cambió su nombre en referencia a un preso de sobrenombre Pipo quien se habría fugado en pleno invierno de la prisión. Este río que acompaña sin descanso al tren, finalmente termina su recorrido en el canal de Beagle.

El famoso tren, actualmente tiene dos salidas diarias en un tramo que dura aproximadamente 1.45 hs. Desde el primer momento se puede disfrutar de la vista y escuchar con atención la historia de este paseo que está dividida en dos tramos: La de la cárcel del fin del mundo y la del turísmo. Las dos partes de la vida del tren conviven en el recorrido que realmente es una gran aventura.

El tren es cómodo y apto para todo pasajero que quiera disfrutar esta experiencia. Tiene hermosos vagones y un buen servicio gastronómico con opciones de desayuno y ricas comidas. El costo es acorde a la vista panorámica que se ofrece. Un dato de color es que la hermosa locomotora a vapor que acarrea al resto del tren se llama «Camila», llevando el nombre de la hija del dueño original del Tren del Fin del Mundo.

La locomotora le da apariencia de tren de época y su recorrido lleno de historias y relatos de antaño, lo vuelven mágico a los ojos de cualquiera en cualquier momento del año.

Es, claramente, una de las principales atracciones para turistas de todo el mundo, un imperdible de la hermosa Ushuaia que da un toque mágico al paisaje volviéndose en cada estación del año, más pintoresco. Ver al tren aparecer entre los árboles nevados, es definitivamente una postal que vale la pena ver en directo.